Zacatecas, Zac.- Con una sola meta de que su nombre  quede inscrito en el Libro de Récord Ginness como el primer zacatecano que cruza el continente americano a bordo de una bicicleta, y con más de 60 encima, Víctor Manuel Nava Quiñonez, originario de Fresnillo, Zacatecas, inició una travesía desde Alaska que culminará el próximo año en Argentina.

A bordo de su bicicleta, y acompañado de su hijo y con una casa de campaña como complemento, busca el título de La Persona más longeva  en Recorrer el Continente Americano.

Ciclista de toda la vida, trata de inculcar a los jóvenes el espíritu deportivo, bajo el lema “Hagamos Viral lo Bueno”, comenta el atleta.

El maestro retirado cometo a su paso por Zacatecas, coemto que es profesor de educación física, con una maestría en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL); procura que los medios de comunicación difundan las buenas circunstancias en que se ven envueltas las personas competitivas, y que no solamente se hagan virales los malos sucesos.

Comenzó su recorrido el 21 de julio, en Alaska, dijo, donde tuvo un accidente bastante fuerte en las primeras 80 millas. Ante ello, se desanimó al grado de que pidió dinero a su familia para regresarse.

“Uno de mis hijos me dijo que no dejara mi proyecto, y que él me acompañaba. En su vehículo, se fue desde Fresnillo hasta Alaska, manejando hasta 16 horas diarias, situación me animo a retomar el recorrido”.

El pedalista platico que en el camino se han topado con todos los animales propios de la zona, osos negros, búfalos, borregos salvajes, venados entre otros.

“Venimos sin patrocinio, sin apoyo económico, más que el que la gente interesada en el proyecto nos da. Nos quedamos en carro a dormir, o en una tienda de campaña a un lado de la carretera; a veces, en las ciudades grandes, en los estacionamientos de centros comerciales. Quiero que los jóvenes de ahora vean que lo que voy haciendo también ellos lo pueden hacer”.

Dentro de las reglas que se le marcan en la organización Guinness, se le marca que no puede estar más de cuatro días en una sola ciudad, de manera que seguirá su recorrido hasta alcanzar su objetivo, como ejemplo de deportivismo y perseverancia.