Zacatecas, Zac.– En medio de una muchedumbre en el polvoroso Panteón Jardines del Recuero, un pequeño ataúd color blanco se podía distinguir a lo lejos, era el pequeño Yojan que fue abatido el pasado martes 23 del presente de este mes en la colonia del Ete cuando fue a la tienda a comprar algunos dulces.

Sus familiares cercanos, jamás imaginaron que no volverían a ver con vida al pequeño inocente que estuvo en el lugar equivocado, a la hora equivocada.

Sus padre, no se separaban del pequeño  féretro color blanco como es una costumbre entre los que seguimos vivos, dar cristiana sepultura a los “angelitos”,  en un ataúd  blanco que simboliza la pureza del alma. Yojan, solo tenía cinco años cuando balas asesinas cruzaron su frágil cráneo, quitándole la vida y los sueños que un niño puede tener a esa edad.

Fue pasadas las 12 horas cuando el cortejo partió rumbo al panteón Jardines del Recuerdo, el Sol caía a plomo durante el transcurso después de la misa, ofrecida en la parroquia del Perpetuo Socorro.

A la última morada de Yojan lo acompañaron sus Padres que no podían creer lo que estaba sucediendo siendo blanco del llanto por la irreparable pérdida del pequeño, además de algunos compañeros que cursaban el tercer grado de Kinder junto a Yojan y que anhelaba que pasara el tiempo para ingresar a la primaria y continuar estudiando y aprender el A, B y C y así leer docenas de libros de grandes aventureros, comento uno de los amiguitos de pequeño ángel que partió de este mundo lleno de ilusiones y de sueños truncados por balas que flagelan a cientos de familias en nuestro País.

A Yojan lo acompañan algunos de sus juguetes favoritos entre ellos: trompos, carritos y algunos monitos con los que el pequeño solía jugar en solitario o con sus amiguitos, y que se podían observar dentro del ataúd color blanco y con los Yojan seguramente jugara en el cielo.