HONRANDO A LOS FIELES DIFUNTOS…
El día de muertos es una celebración de origen prehispánico en nuestra cultura, el de honrar a los muertos que comienza del primero de noviembre y continua al día siguiente. Son celebraciones católicas del día de los files difuntos y de todos los santos, incluso estas festividades son anteriores a la llegada de los españoles se tienen algunos registros que las culturas Mayas y totonacas, hacían rituales con este motivo. Es con la llegada de los españoles que estas costumbres de nuestros antepasados se convierten en celebraciones religiosas.
Para muchos jóvenes en la actualidad estas celebraciones se han convertido en un “Halloween” usando algún tipo de indumentaria imitando a algún personaje del cine “gabacho”.
Por fortuna se han apreciado a varios niños y niñas recorrer las calles pidiendo con la tradicional tonada: “El muerto quiere camote… Si no se le cae el bigote, la viuda quiere una ayuda para….” con las caras pintadas de calaveras, lo que remota a recordar a la “catrina” creación del artista mexicano José Guadalupe Posadas y reconocida a niveles internacionales.
Varias familias de la entidad visitan a sus fieles difuntos en los ya tres panteones de la ciudad, tiempo que invierten en limpiar las tumbas y hasta comer y pasar la tarde con su seres queridos que ya están en el más allá.
La música hace un poco más afligido el momento donde vivos y muertos se reencuentran, otros prefieren orar en silencio.
Hay de todo antes de llegar a los panteones ubicados en la zona conurbada, desde tortas, tacos, quesadillas, atole flores y hasta algo de fayuca, y prendas de vestir, sin faltar las tradicionales flores que estos días se disparan lo precios hasta cuatro veces de su valor real.
Así es como ricos pobres, empleados, empleadores. Se reúnen en una gran muchedumbre para honrar a donde algún día iremos todos. La muerte.
