Por Salvador Eduardo García

Con una cena muy sorpresiva y hasta inusual, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, dió inicio a la verdadera sucesión presidencial 2024, no solo fue sorpresiva, también fue decisiva y para algunos mortal.

Con un ambiente emocionalmente romántico y de gran entusiasmo y alegría, se dieron cita en un restaurante de la CDMX todas las llamadas fichas presidenciales, también se dieron cita aquellas figuras que hoy son el mejor ejemplo de lealtad al Presidente de la República, resulta ser que la reunión con miras a la sucesión presidencial no pudo esperar más, con un especial ritmo y bajo la lluvia llegó el Presidente AMLO ataviado con un modesto atuendo y a un paso muy marcado bajo la cubierta de un paraguas arribo tranquilamente y muy pensativo el ahora Presidente de la República.

De lo que ahí se dijo poco sabremos, lo que sí podremos saber conforme pasen las horas es lo que ahí se decidió, resulta que las caras pasaron de ser muy pensativas a ser muy alegres para unas y de resignación y tristeza para otros, hubo quien fingió alegría y bajo esa sonrisa fingida comenzarán a encajar el colmillo grande y retorcido que les caracteriza, pero hubo también algo muy peculiar, la ausencia de un personaje que quedo muy marcada en la foto grupal de salida, esto tal vez se pueda deber a algún berrinche, uno de esos que caracteriza a la izquierda y que en una de esas, se podrá convertir en una oportunidad para la migración política en la búsqueda del sueño Presidencial Mexicano.

De a poco veremos otros berrinches más enérgicos y llamados a ser tomados en cuenta, ésto por otras figuras que tal parece ni fu ni fa en este proceso, el cual ya tiene a sus actores de reparto. Hoy al Presidente de la República solo le ocupa lidiar la última entrada de su juego decisivo presidencial, juego que le dará el pase para convertirse de un jugador estrella a ser el súper manager de su actual equipo.

Por lo pronto ya hubo quien pasará los meses más tristes de su vida, y no es para menos ya que hasta antes de esta cena trágica, se pudo soñar por varios meses con portar la banda presidencial que le heredaría su mejor amigo.

Sí bien es cierto nada está 100% dicho hoy ya comienzan a imprimirse de a poco, la publicidad y los slogan de campaña, ahora solo faltan los amarres finales para saber, quién pa’ dónde y quién con quién de la vida pública en los ranchos de la provincia.